Las 7 “F” del trauma: respuestas del sistema nervioso que aún nos gobiernan

Durante décadas, la neurociencia ha estudiado cómo el sistema nervioso responde al trauma. Tradicionalmente se hablaba de “lucha o huida” (fight or flight), pero hoy sabemos que hay al menos siete formas distintas —las 7 F— en las que nuestro cuerpo-mente reacciona para protegernos del peligro.

Pavle

10/12/20252 min leer

Estas respuestas no son fallas, sino estrategias de supervivencia profundamente humanas. Sin embargo, cuando estas estrategias se cronifican —porque no se resolvieron en el momento en que surgieron— pueden moldear toda nuestra vida: nuestras relaciones, emociones, decisiones, y nuestra salud física y mental.

1. 🥊 Fight – Luchar

El cuerpo se prepara para el enfrentamiento. Hay un aumento de energía, tensión muscular y una necesidad urgente de defenderse.

Se manifiesta como:

  • Irritabilidad, enojo frecuente, explosiones emocionales.

  • Deseo de controlar todo o a todos.

  • Conflictos constantes o una postura agresiva ante la vida.

En el fondo, es un grito de protección: "¡No me vuelvas a lastimar!"

2. 🏃‍♂️ Flight – Huir

Cuando pelear no es posible, el impulso es escapar. A veces literalmente, otras a través de la mente.

Se manifiesta como:

  • Ansiedad constante, hiperactividad, dificultad para concentrarse.

  • Perfeccionismo, adicción al trabajo o mantenerse siempre ocupado.

  • Evitar compromisos, relaciones o decisiones importantes.

🌀 Muchas veces parece productividad, pero en realidad es evasión.

3. ❄️ Freeze – Congelarse

Cuando ni luchar ni huir son opciones viables, el cuerpo y la mente se congelan. Es una forma de “jugar a estar muerto”.

Se manifiesta como:

  • Sensación de estar “desconectado” o disociado.

  • Parálisis, inacción, sentir que la vida pasa sin poder actuar.

  • Fatiga crónica, depresión, dificultad para tomar decisiones.

🧊 El cuerpo apaga funciones para sobrevivir al dolor emocional.

4. 🙏 Fawn – Complacer

Se desarrolla especialmente en personas que crecieron en ambientes impredecibles o abusivos. Es la necesidad de complacer para evitar conflictos o castigos.

Se manifiesta como:

  • Dificultad para poner límites.

  • Necesidad excesiva de aprobación externa.

  • Dejar tus propias necesidades de lado por otros.

🌪️ El “sí” constante puede esconder un profundo “no” no expresado.

5. 🌊 Flood – Inundación

Cuando la sobrecarga emocional es tan grande que sentimos que nos desbordamos. Es una sobreactivación que lleva al colapso o desconexión.

Se manifiesta como:

  • Ataques de pánico o ansiedad extrema.

  • Llanto incontrolable, vergüenza abrumadora.

  • Necesidad de dormir o aislarse como escape.

🌧️ Es cuando el sistema nervioso dice: “¡Esto es demasiado!”

6. 🫥 Flop – Colapso

Es un tipo más profundo de “freeze”. El cuerpo literalmente se rinde, se apaga, deja de responder.

Se manifiesta como:

  • Letargo, inmovilidad, desconexión total.

  • Sentirse como un “zombi emocional”.

  • Falta de voluntad para actuar o decidir.

💤 Es la rendición del cuerpo cuando siente que no hay salida.

7. 🫂 Flock – Agruparse

Es la búsqueda de seguridad en los demás. Se busca pertenencia, aunque implique adaptarse, minimizarse o silenciarse.

Se manifiesta como:

  • Miedo a estar solo.

  • Conformismo extremo con grupos o sistemas que no te representan.

  • Necesidad de “encajar” incluso a costa de tu autenticidad.

🤝 A veces “ser parte” puede costarte ser tú mismo.

✨ ¿Y ahora qué?

Si te identificaste con una o varias de estas respuestas, no estás solo. Estas respuestas no son el problema: son la historia no resuelta que tu cuerpo sigue contando.

La buena noticia es que la respiración consciente, lenta, rítmica y profunda puede ser el puente que empieza a sanar esta historia. A través de técnicas de respiración funcional, somática y pranayama, podemos enseñarle al cuerpo que ya no está en peligro.

💠 Por eso creé RespiroFLOW.
Porque yo también pasé por cada una de estas "F".
Porque sé —por experiencia— que sí se puede regular el sistema nervioso.
Y porque creo firmemente que todos merecemos volver a habitar nuestro cuerpo con seguridad, presencia y amor.